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Una medida de prevención comprobada, acreditada y refrendada es el proceso de Evaluación y Control de Confianza, se aplica en instituciones de procuración de justicia y cuerpos policiales, también resulta útil en instituciones de enseñanza para su personal docente y administrativo.
Los resultados de la cuarta edición de la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE, 2017) mostraron que, en promedio, el 33.7% de las empresas fue víctima de algún delito y el daño promedio fue de aproximadamente 66,031.00 pesos.
En México toda organización y/o empresa, que se encuentre en la economía formal, se enfrenta a múltiples factores que transgreden su seguridad, es decir, tiene el riesgo de que los propios empleados atenten contra la misma empresa a través de espionaje, sabotaje, robo entre otras.
A fin de controlar o evitar los riesgos arriba mencionados el esfuerzo debe centrarse en la prevención, ya que la detección de malas prácticas o conductas delictivas puede tardar años y generar un daño enorme para la economía y reputación de la empresa u organización.
Tanto para las organizaciones como para las empresas, en particular para las instituciones de enseñanza, se pueden presentar en los empleados y colaboradores todo tipo de conductas, algunas de ellas bien podrían calificarse como delitos. En nuestro país se han incrementado casos de agresiones sexuales y robos en los centros educativos, es por ello que una evaluación criminológica y psicológica nos permite en muchos casos reconocer, prevenir y tratar conductas criminales.
Por ello, resulta imprescindible e impostergable que las organizaciones desarrollen, establezcan e implementen instrumentos para la prevención de fraudes y detección de todas aquellas conductas que puedan ser constitutivas de algún delito y que a su vez afecten de manera directa la imagen y el prestigio de las diversas instituciones públicas y privadas en detrimento de la convivencia sana y la operación fructífera de los centros de trabajo.
"La evaluación permite identificar riesgos potenciales de salud por consumo de drogas y/o alcohol; identificar riesgos de actividades delictivas (robo, extorsión, secuestro); identificar riesgos de conductas sexuales inapropiadas y riesgos de estrés excesivo, entre muchos otros".
Como ejemplo de lo anterior, en el sector del transporte de valores es indispensable que la empresa tenga acceso a información relevante de sus empleados y se dé seguimiento constante a la confianza. Con tales actividades se genera la primera disuasión de actos delictivos y la primera fase de prevención, posteriormente permitirá realizar investigaciones certeras si se llegáse a concretar algún delito o pérdida (fraude) en la empresa.
Para el caso de transporte de personal público y privado es muy importante ofrecer confianza y buen servicio, mismos que se logran manteniendo a los choferes con buena salud física y mental.
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